El Rol de los Ciudadanos en la Gestión del Agua

Por: M.A.P. Juan Paulo Torres Torres


La mayoría de problemas públicos son complejos. Y el problema de la gestión del agua es quizás el ejemplo mas ilustrativo al respecto. 


Un problema complejo es aquel cuyo origen y causas suelen incluir múltiples variables y factores. Esto los hace en principio difíciles de comprender y dimensionar, y por consiguiente muy complicados de gestionar, y casi imposibles de resolver, al menos en el corto plazo. 


Sin embargo, aceptar esta complejidad es el primer paso para resolverlos, puesto que afrontar un problema complejo con soluciones simplistas por lo general acaba por complicar mas el problema y acentuar sus efectos negativos. 


Es por ello que se vuelve necesario definir, al menos en términos generales, los roles que a cada quién le deberían tocar en la gestión de este problema tan grave y urgente. 


Existen al menos tres fases importantes en la gestión del agua:


1. El abastecimiento. Incluye la construcción de infraestructura y la exploración de fuentes de abastecimiento suficientes para proveer del liquido vital a la población. 


2. La distribución. Incluye no solo la infraestructura para llevar el liquido vital a todos los rincones en que se necesite, sino también una serie de regulaciones para garantizar que esa distribución sea justa. 


3. El almacenamiento. Incluye el equipamiento urbano y domestico para garantizar un correcto almacenamiento y un uso racional del agua. 


Las soluciones simplistas dirían que el problema del agua se resuelve construyendo nuevas fuentes de abastecimiento, o regulando su uso agrícola e industrial, o ampliando las redes de distribución, o instalando medidores en los domicilios, o dejando de regar los jardines, o facilitando el acceso de las personas a equipamiento de almacenamiento, etcétera. 


Pero probablemente la única solución viable sea implementar todas las anteriores de forma sistemática y consistente. 


El rol de los ciudadanos en la gestión del agua va mas allá de su cuidado y uso racional, y requiere de una exigencia organizada hacia los gobiernos de los tres niveles, para que asuman su responsabilidad y paguen el costo político de tomar las decisiones difíciles que el problema amerita.

¿Para qué otra cosa sirve la buena aprobación social, sino es para tomar decisiones impopulares?


M.A.P. Juan Paulo Torres Torres