Nuevos Modelos de Política Pública para Sociedades en Red

Por: M.A.P. Juan Pulo Torres Torres


– Que levante la mano: ¿Quién de ustedes se siente orgulloso de pertenecer a la prole?


Esta es la pregunta con la que recibí el primer día de clases a un grupo de alumnos de bachillerato que cursaba mi asignatura de Historia Universal Contemporánea. Lo hice a manera de experimento social y debo decir que los resultados fueron tal como los esperaba: Todos guardaron silencio y la mayoría hizo un gesto de molestia.


La razón por la que nos disgustan tanto las clases sociales es porque representan un modelo de sociedad anticuado y verdaderamente injusto. Recordemos que las clases sociales surgieron en el siglo XVIII a raíz de la revolución industrial, que provocó una división económica entre los propietarios de los medios de producción y los obreros, lo que dió origen a identidades que después se transformaron en estructuras sociales como gremios, sindicatos, partidos políticos y por su puesto clases sociales. 


Pero a inicios del siglo XXI, con el desarrollo de la tecnología móvil, las personas comenzaron a crear estructuras sociales virtuales por afinidad. La comunicación individualizada permitió a las personas vincularse unas con otras sin necesidad de vivir en cierto vecindario, formar parte de un partido o pertenecer a algún club. Las personas simplemente se conectaron en razón de sus gustos, creencias y valores. Así nacieron las redes sociales digitales y el nuevo modelo de sociedad contemporánea: La sociedad red. 


Sin embargo, en el ámbito de la administración publica, parece que los gobiernos necesitan plantear esta misma pregunta a sus ciudadanos: ¿Se sienten cómodos siendo tratados como si pertenecieran a una clase social?


La forma en la que los gobiernos procesan tramites administrativos, ejercen el presupuesto, prestan servicios públicos o se comunican con la ciudadanía, colisiona contra sociedades de individuos cada vez mas exigentes y con menos confianza en las instituciones.


De esta manera, las administraciones públicas deben hacer frente a una serie de retos decisivos para el futuro de la democracia. Los nuevos modelos de política pública deberán ser capaces de afrontar positivamente estos grandes desafíos. 


1.- Ganar la confianza de ciudadanos cada vez más individualistas, exigentes de atención personalizada. 

2.- Comunicarse eficazmente con ciudadanos hiperconectados y sumamente influenciables. 

3.- Incentivar la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos, aun cuando el concepto de lo público resulta cada vez mas ajeno a las nuevas generaciones. 

4.- Facilitar el acceso de los ciudadanos a tramites y servicios públicos utilizando herramientas digitales y sobre todo reduciendo los requisitos innecesarios en los tramites administrativos. 

5.- Incluir a los ciudadanos en la planeación, ejecución y vigilancia del ejercicio del presupuesto público. 


La tecnología no determina los cambios de la sociedad sino que más bien es el producto de esas transformaciones que se van generando en la cultura de las personas. Cuando las sociedades comienzan a crear conciencia en torno a problemas que consideran injustos o incorrectos entonces nacen nuevas herramientas tecnológicas para impulsar esas transformaciones. Con, sin, o a pesar de los gobiernos.


M.A.P. Juan Paulo Torres Torres